Llega Semana Santa y como cada año, aumenta la ingesta de pescados y mariscos en Chile. Pese a que tenemos un consumo per cápita bajo comparado con otros países, en este feriado religioso las ventas en la industria pesquera se incrementan en un 30% respecto al resto del año en que las chilenas y chilenos priorizan básicamente las carnes rojas.
Sobre este tema conversamos con la Investigadora Cecilia Sepúlveda Flores, quien es de profesión Nutricionista de la Universidad de la Frontera, Licenciada en Nutrición de la Universidad de Chile, y además especialista en Enfermedades no transmisibles de origen Nutricional, Diabetes, Ejercicio y Diálisis, INTA Universidad de Chile, e Investigaciones y Publicaciones en Salud por la Pontificia Universidad Católica de Chile.
¿Cuál cree que es la vinculación entre Semana Santa y el consumo de productos del mar?
La razón cristiana no versa a favor del consumo de pescados y mariscos, sino que en realidad se refiere a la “abstinencia” que en palabras de la Conferencia Episcopal Chilena es un “acto de penitencia que consiste en abstenerse de comer carne”; en el mismo orden de ideas el “acto penitencial” consistiría en una “invitación a reconocer los propios pecados orando por el perdón a Dios”. De acuerdo a la Iglesia el verdadero sentido de la Semana Santa es el recogimiento y la meditación sobre los grandes misterios de la Pascua del Señor puesto que la pasión, muerte y resurrección de Cristo equivalen a decir pasión, muerte y resurrección del ser humano.
Es así entonces que desde el punto de vista de la fe no hay una vinculación directa entre los pescados y mariscos con la Semana Santa más allá de entenderlos como sustitutos de la carne dado el acto penitencial de la abstinencia, convirtiéndose estos alimentos marinos en una alternativa, tal como también podrían serlo las verduras y legumbres
Pero es también un acto de fe vivir más sanos, vivir más felices. El consumo de pescado en Semana Santa entonces no es sólo un acto de fe es también una oportunidad de vivir mejor.
¿Por qué representa una oportunidad?
El pescado es una de las carnes más sanas: es rico en proteínas de buena calidad, bajo en grasas saturadas, muy buena fuente de Omega 3; además de vitaminas del complejo B, potasio, hierro, cobre, yodo.
A pesar de estas bondades y la disponibilidad de este alimento en las costas chilenas, nuestra población muestra un bajo consumo de pescado, según lo indican las principales investigaciones realizadas.
Según estos estudios, en niños chilenos el consumo de pescado corresponde a 18 gramos semanales, incluyendo a los que viven en las costas de nuestro país; en adultos la disponibilidad per cápita es de 12,9 kilos de pescado por persona al año. Es un panorama desalentador si es que hacemos una comparación con España, donde los niños tienen un consumo de 77 gramos semanales de pescado y los adultos, de 47,5 kilos de pescado por persona al año.
Tipos de pescado
Existen dos tipos de pescados dependiendo del contenido de grasa, los “pescados magros o blancos”, que tienen menos del 3% de grasa encontrando entre ellos al congrio, la corvina, el lenguado y la merluza y los “pescados grasos o también llamados pescados azules” que contienen sobre el 3% de grasa y entre ellos encontramos las anchoas, atún, cojinova, jurel, salmón, sardina, sierra y trucha.
¿Cuáles son los más recomendables?
Increíblemente a diferencia de las carnes y aves, los pescados que tienen mayores beneficios son los pescados azules o pescados grasos. La razón: los pescados azules, contienen mayor cantidad de Omega 3, este componente es un ácido graso poliinsaturado que contiene muchos beneficios para la salud:
1.- Disminuye el colesterol sanguíneo, es decir, evita la formación de coágulos en la sangre y por lo tanto previene los infartos. Por lo tanto, todas las personas de 30 años deben consumir semanalmente pescado.
2.- Es esencial para el desarrollo del sistema nervioso, el cerebro y la visión, del niño en gestación. Las embarazadas deben consumir pescado 3 veces por semana y durante la lactancia también, para traspasar Omega 3 al niño a través de la leche materna.
3.- Los últimos estudios han encontrado que las personas que tienen bajo consumo de Omega 3, tienen mayores niveles de estrés, violencia y depresión.
¿Cuánto es el consumo ideal de pescado? ¿Cómo debemos prepararlo?
Debemos consumir pescado mínimo 2 veces por semana, 200 gramos que resulta ser el equivalente a una “porción tamaño palma de la mano por 1cm alto” y debemos prepararlo a la plancha, guisado y al horno, no frito, ya que se absorbe mayor cantidad de aceite. El exceso de aceite hace perder los bondadosos efectos del Omega 3.