En la Isla de Pascua, se desarrolló para su Gobernación Provincial, la primera “Jornada de estudio de los factores preventivos de las enfermedades cardiovasculares, mediante el autocuidado, el ejercicio físico y la alimentación saludable”. La actividad estuvo dirigida a profesionales, técnicos, administrativos y auxiliares, que se desempeñan en esta repartición del Ministerio del Interior y Seguridad Pública en la ciudad de Hanga Roa.
La actividad, enmarcada en la Escuela de Invierno 2014 de la ENA, se llevó a cabo entre los días 28 al 31 de agosto y estuvo a cargo de la Investigadora Srta. Cecilia Sepúlveda Flores, quien es Nutricionista de la Universidad de la Frontera, Licenciada en Nutrición de la Universidad de Chile, con especialización en Enfermedades Crónicas no transmisibles en el INTA, y Diplomada (c) en Investigación y Publicaciones en Salud de la Pontificia Universidad Católica de Chile. La profesional es además docente de la Universidad Santo Tomás.
En la jornada, se dio cuenta tanto de la problemática de la obesidad en la edad adulta como de las estrategias de autocuidado para prevenirla y tratarla mediante una alimentación equilibrada basada en la Guías Alimentarias de MINSAL, y en la práctica regular de ejercicio físico. Es necesario destacar que en la Isla de Pascua existen múltiples alternativas para el desarrollo de ejercicio físico regular y permanente.
La Investigadora sostuvo, en la ocasión, que “una estrategia para prevenir y tratar enfermedades, como la diabetes, hipertensión arterial y el colesterol elevado, en la Isla de Pascua, es por una parte, desarrollando ejercicio físico de por lo menos una hora diaria, y por la otra, mediante una dieta correctamente balanceada, puesto que si bien, los habitantes de Rapa Nui, tienen un consumo adecuado de omega 3, a través de una ingesta promedio de una a dos veces a la semana de pescados grasos especialmente el atún, que otorga especial protección cardiovascular, incurren también en una conducta poco saludable caracterizada por una elevada ingesta de grasas saturadas provenientes de carnes rojas especialmente cerdo y vacuno, y otras frituras, cuyos efectos directos son la disminución de los efectos beneficiosos del omega 3 en la prevención del colesterol elevado.
El encuentro abordó la relevancia de tener un consumo mínimo de 3 frutas diarias y 2 porciones de verduras, estas últimas escasas en la zona por su baja producción local lo que encarece su valor y como consecuencia disminuye su consumo, perdiéndose, lógicamente, el aporte en la dieta habitual de antioxidantes, fibra, vitaminas y minerales lo que aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares y cáncer.